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A MI MADRE.
Tristísimo panteón, yo te saludo,
a ti me acerco con temor y espanto;
voy a regar con mi copioso llanto
la tumba de mi madre,
la cual se encuentra aquí.
Permíteme me acerque a esa morada,
a esa morada lóbrega y desierta;
voy a decirle a mi adorada madre:
Madre, despierta, que tu hijo se halla aquí.
Sal a la fosa
de tu sepulcro,
ven, madrecita,
sal a escuchar
el llanto triste
de un pobre hijo
que a tu sepulcro
viene a llorar.
YO VI A UN ÁNGEL.
Yo vi a un ángel con figura humana,
parecido a el amor de una mujer,
más hermoso que la luz de la mañana
cuando empieza, cuando empieza a amanecer.
Lo que te encargo es que mi amor nunca lo olvides,
porque acaso yo y tú nos comprendemos,
y tu vida a la mía uniremos,
y haremos una vida feliz.